Bienvenidos al Blog de las salas cajón desastre y aventura de vivir de Ozú. Desde hace tiempo nos rondaba por la mente la idea de tener un sitio de encuentro, una referencia más allá de nuestras salitas, un lugar sobre todo para compartir esos "pequeños momentos" de los que se compone cada día.

En este “cajón desastre” todo tiene cabida: fotografía, música, literatura, cine... pretendemos sobre todo aprender los unos de otros y entre todos crear algo diferente que nos sirva de complemento y entretenimiento.

Por eso os invitamos a que participéis con comentarios y sugerencias. Gracias de antemano a todos y ¡Bienvenidos!

jueves, 23 de septiembre de 2010

BRISA ( Lino )

Era una noche como otras, compartíamos música y risas. Un nuevo personaje apareció en la sala. La conversación se basó en esos heroes televisivos, en los dibujos animados. Me gustó su forma de escribir, era un hombre educado y al mismo tiempo tenia sentido del humor. Volvió al día siguiente y al siguiente. Realmente era un tipo interesante. Un día pasamos de las palabras a las imágenes; si su forma de ser me atrajo su físico no, pero al fin y al cabo nuestra relación solo iba a ser epistolar.

Nuestras conversaciones eran diarias, cada vez íbamos congeniando más. Un día dejé de verle, otro, otro, otro… le busqué y le vi en otra sala. Pensé que se olvidó de mi y que ahora iba en busca de nuevas amistades. Eso me enfureció. Le quería para mí.

Por fin llegaron las vacaciones y perdí el contacto, era la excusa perfecta para perderle de vista.

A la vuelta al mundo virtual como buena vecina fui a saludarle. Había pasado tanto tiempo que no sabia si mi presencia le iba a incomodar, así que toqué a su puerta bajo un disfraz. El estaba inquieto, pero al descubrir mi cara de nuevo surgieron nuestra complicidad, confianza y los recuerdos de tan buenos momentos.

Era una noche de principios de septiembre. Solo una pareja en aquella terraza de la playa, los camareros ya estaban recogiendo pero nosotros no teníamos prisa. Estábamos demasiado bien.

La brisa fresca nos anunciaba el final del verano. La brisa, la música, él: una noche perfecta.

Se levantó, me ofreció su mano y me invitó a mojarnos los pies. Le miré a sus ojos y le seguí.

Tenía tantas ganas de sentirle, su cuerpo moreno, su sonrisa, su voz y esa brisa…

Me dejé seducir por ella, acariciaba mi cara, jugaba con mi melena, explorando mi piel y una excitación recorrió mi cuerpo.

Tenia ganas de ser amada, de sentirme entre sus brazos, de probar su boca. De apagar esa sed que solo él podía sofocar...

La brisa nos atraía hacia la orilla, caminamos juntos, descalzos, cogidos de la cintura, mientras mi otra mano sujetaba la falda de mi vestido.

La luna estaba en creciente: la luz justa para adivinar. Solo unas estrellas serian testigos de nuestro primer beso.

A lo lejos se escuchaba el sonido de un saxo, sintiendo la música le sentí a él. Las manos que tenia en mi cintura, pasaron a mi cuello. Yo le susurré: baila el ritmo de esta música, déjate llevar.

Las olas mojaban nuestros pies. Acercamos nuestros labios y nos fundimos en ese primer beso que tanto tiempo esperamos.

Al ritmo de las olas empezamos a unirnos el uno con el otro. Cada vez mas cerca, a cada instante mas pegados. Sus manos acariciaron mi espalda, mi cintura, bajando hasta mis nalgas. Su boca fue recorriendo la piel que mi vestido le permitía explorar.

Y en ese preciso instante la brisa volvió a regalarnos el sonido del mismo saxofón. Aquella música aceleró nuestras ganas por descubrirnos. Nos quitamos la ropa y al igual que dos náufragos sedientos, probamos los manjares de nuestros cuerpos, recorriéndolos milímetro a milímetro.

Caricias, mas besos, más susurros, más suspiros… eran el prólogo de lo que iba a suceder. Acompañados por la luna y las olas, nos dirigimos hacia el lugar donde nuestros cuerpos se fundieron.

Desde ese día no conozco música más sugerente que el sonido de las olas.

Quiero danzar contigo hasta que el cuerpo aguante.

( Lino )

2 comentarios:

  1. Avena dijo...
    ¡¡uis!!, Preciosa visión femenina de una misma historia.Imbuida también de romanticismo y pasión...¡Felicidades! Los dos relatos se complementan... ainss¡Me ha encantado! Gracias por participar

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  2. Elbrus dijo...

    Esa brisa pícara y juguetona, aliada de los amantes. El relato es un perfecto complemento a " La brisa", no podrían estar el uno sin el otro. Animo y gracias por participar !.

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