Bienvenidos al Blog de las salas cajón desastre y aventura de vivir de Ozú. Desde hace tiempo nos rondaba por la mente la idea de tener un sitio de encuentro, una referencia más allá de nuestras salitas, un lugar sobre todo para compartir esos "pequeños momentos" de los que se compone cada día.

En este “cajón desastre” todo tiene cabida: fotografía, música, literatura, cine... pretendemos sobre todo aprender los unos de otros y entre todos crear algo diferente que nos sirva de complemento y entretenimiento.

Por eso os invitamos a que participéis con comentarios y sugerencias. Gracias de antemano a todos y ¡Bienvenidos!

jueves, 30 de diciembre de 2010



Hola!

El próximo día 8 de enero celebramos el primer aniversario de Cajón desastre.
Porque sois parte de esta sala, os invitamos a compartir la fiesta de cumpleaños que estamos preparando.
La cita es el mismo día a las 23 h. 
Recuerda que solo faltas tu y no olvides traer muchas ganas de divertirte... te esperamos, no faltes!!!!

¡ Será una noche muy especial!

                                                                                                   Cajón desastre


viernes, 24 de diciembre de 2010

UN NUEVO ABANICO

 Curiosamente, mientras  nos dolemos por una situación de ausencia de valores en el actual almacen moral de la sociedad, su escaparate ofrece , más que nunca, un repleto surtido de modelos de comportamiento y productos éticos al gusto del consumidor y del sentido estético con el que cultiva su propia imagen y dibuja el retrato de representaciones con el que se expone a los demás. No faltan valores, sino que sobran. En el puzzle moral de actuaciones que configura el rostro de nuestra sociedad, por numerosos que sean, los huecos se hallan convenientemente ocupados como para poder ya considerarlo un mecanismo tan, completamente, estudiado y finalizado que imposibilita poder retocarlo más.

La sensación de falta de valores no procede, pues, de su ausencia misma sino de la irrevocable desaparición de los antiguos aniquilados por la apabullante aparición de los nuevos. Esta sensación de falta hace referencia a la perdida de representación social de la creencia en una entidad supraterrenal sancionadora y, a la vez, de la disipación de la también escatológica fe en la historia y su busqueda de una sociedad mejor.

Los variados focos de apoyatura ética de la sociedad confirman un amplio abanico de opciones: desde el ecologismo o animalismo hasta el apadrinamiento de niños del tercer mundo; y desde el hedonismo como expresión existencial hasta el rescate de monumentos ruinosos. No es, por tanto, la ausencia de valores sino los contenidos de esos nuevos valores del abanico los que mostrando déficit de la espiritualidad y del sentido utópico de los antiguos pueden crear el espejismo de su ausencia.

En cuanto a la Masa, se manifiesta cada vez más individualizada. Cuanto mayor es su tamaño más enconada es la pretensión del individuo por singularizarse olvidado ya su gregarismo de rebaño, -espiritual e ideológico-, reemplazado ahora por el original uso de la nueva escala en valores y comportamientos.

( Shakespeare )

Last Christmas - GEORGE MICHAEL

jueves, 23 de diciembre de 2010

Llega la Navidad- Gabi, Fofo y Miliki




Llega la Navidad
con sabor de mazapán 
de turrón, de mieles 
y de pan
vamos a celebrar
la familia en el hogar
nuestra Nochebuena una vez más
con nueces , peladillas
y un poquito de champagne
cantando una canción
que diga con mucha humildad
que aquí los tres
payasos piden a la humanidad
que reine la PAZ...



domingo, 19 de diciembre de 2010

SOBRE EL COTILLEO

Alrededor de la mesa de una cafetería, en un encuentro casual en la calle, en una hora libre entre dos clases universitarias, ante el televisor o la pantalla del odenador, en la sobremesa de una comida de negocios o a la puerta de una iglesia tras la misa, antes o después, se da el cotilleo. El morbo, la incultura, el gusto por la información baladí son los elementos con que rellenamos los huecos de una vida insatisfactoria, vacía de experiencias gratificantes; infectada por la suciedad verbal del cotilleo: el grado más tolerable y socialmente aceptado de bajeza.

Aquello que inevitablemente y con voluptuosa asiduidad nos brota como inmundicia verbal no entraña riesgo personal o intelectual alguno. El rumor elabora su propia carcasa de aceptación cuando es parte insustituible del trato social; posee sus propias armas y defensas. Forma, finalmente, la hebra profunda con que se teje una conversación exiliada de cualquier intención edificante, El chismoso y su pretensión de protagonismo, el resaltar de la acción difamadora y sus inmundos resortes de placer mientras se habla o escucha, levantan la estructura con que se eleva el edificio de la banalidad con sus distintas alturas de intrascendencia y maledicencia.

El grado de desnivel que se da entre lo tolerable e  intolerable como tema de conversación se alza entre diferentes percepciones de su pertinencia y moralidad; entre opiniones de muy diferentes componentes personales y valoraciones morales. Concretamente, el cotilleo goza socialmente de una alto grado de aceptación cuando, máxime, en la teoría se establece un desprecio de su práctica. Existen, sin embargo, gloriosas excepciones con visos de excentricidad, personas que sin propósito morboso alguno pueden establecer una conversación fluida y sin mácula de chismorreo. Sus comentarios fulgen en su pureza de contenido pero son desplazados y arrinconados cuando surge el comentario roñoso en el que el cotilla funde lo pulcro con la práctica viciosa del cotilleo.

Esta persona no cotilla, eminentemente elevada, propietaria de una pulcritud inmaculada en el habla, lo es de forma consciente y como acto volitivo de renuncia a la infame práctica de lo morboso. Aspira a alcanzar un decoro verbal celeste alejado de una perfecta mundanería que se rebaja y arrastra  en una palabrería excremental. De hecho, las charlas y situaciones que domina se convierten en momentos que deleitan no sólo al oído sino a un fruitivo sentido de la estética que se muestra para denigrar la fealdad moral de los cotillas. De lo dicho se deduce que el cotilleo se diferencia de la pulcritud oral porque mientras el cotilleo es en esencia un acto, la pulcritud oral es la consecuencia de una inacción. Se es pulcro como una manera elevada de no rebajarse a la mundanería y como consecuencia de una ética que se cumple con el silencio.

Esforzadamente, toda pulcritud oral debe necesitar del esmero, la toma de conciencia, la contención, como también de la elaboración diaria, la corrección moral, y la vigilancia; pero, gratificadoramente, este paquete de prácticas se disuelve en la belleza de las buenas formas que constituye, de manera inevitable, este cuidado ejercicio de elegancia de quien no habla de lo que no es asunto suyo.



( Shakespeare )

sábado, 18 de diciembre de 2010

Labuat - Soy Tu Aire

Un ejemplo de soberbia


Eran las siete de la tarde cuando llegué a la terminal cuatro de Barajas dispuesta a coger mi vuelo de regreso a casa después de una estresante semana de trabajo en Madrid.

Apenas entré noté algo diferente a otras veces, mucha más gente que de costumbre, que yo achaqué a ser viernes víspera de puente; caras de preocupación, largas colas y apenas un lugar para poder caminar arrastrando mi trole sin llevarme un pie o un brazo de aquellos que ya habían optado por tumbarse en el suelo.

Al acercarme a chequear escuché una conversación de un señor que hablaba por su móvil: Sí, los controladores se han levantado de sus puestos de trabajo, y no sale ni entra ningún vuelo.

Efectivamente habían parado el país, así como se oye, en un alarde de soberbia habían  matado las ilusiones de miles de personas que aprovechaban días de vacaciones para viajar por  placer, o para visitar sus familiares.

Un matrimonio maduro comentaba, ella con lágrimas en los ojos, que iban a la boda de su hija que se casaba la mañana del sábado en Las Palmas. Una familia argentina había dejado sus vacaciones de verano, para ir en esa fecha y tener más tiempo para ahorrar el coste del pasaje. Otros perderían enlaces en otras ciudades europeas. Y así un largo etcétera de situaciones que podíamos relatar a cual más desesperada y que constituía para cada uno una desilusión ante la que nada podía hacer, sino esperar acontecimientos ante este viaje programado, ahorrado y pensado con tanta antelación y que finalizó sin haber comenzado.

El deseo de los controladores ante sus mejoras laborales había sido considerado como más importante que los intereses de los demás, sin ningún escrúpulo a los daños causados a otros. Esta sobre valoración de su propio “yo” respecto de otros por superar,  un obstáculo, o bien en alcanzar las prebendas de su ya magnifico estatus.

Esta soberbia impertérrita al ver lo que hicieron, y como respondieron al comprobar el caos que estaban causando y su desprecio indiscriminado, superior a cualquier otra cosa, con un razonamiento sobre los propios intereses exaltada a un nivel crítico desmesurado por su prepotencia.

Y así pasaron las horas sin que nada cambiara la situación, el cansancio, la impotencia y la desolación fue respondida con civismo y madurez por todos.

Mientras un Orfeón Donostiarra nos deleitaba con sus cantos, habiendo cambiado a la fuerza de aforo ya que no pudieron llegar a su destino.

( Aldonza )

LA GULA



La libertad cuesta cara, no es gratuita, y cuando se es joven, poco se tiene para dar a cambio. Cuando oigo a los jóvenes hablar de su imposibilidad para independizarse, de la crisis, no puedo dejar de pensar en que si sus ansias de libertad fueran como fueron las mías, no se escudarían tras la pereza y la comodidad.

Mis padres, no es que fueran tacaños , tenían mentalidad de posguerra y para ellos un joven estudiante solo tenía que tener para comer por que se suponía que el resto del tiempo estaría ocupado en estudiar , a esto,  se sumaba  el eterno “ con los sacrificios que estamos haciendo para darte una educación”, con lo cual, un día decidí que a partir de ese momento me buscaría la vida como fuera , dejé de pedirles dinero y solo recibía el giro que me permitía pagar los inmundos habitáculos que solo eran capaces de ocupar los estudiantes venidos a menos como yo.

Y así fue, como sin pasar una guerra conocí lo que era el hambre, hambre feliz , eso sí, por que era compartida y la vivía en libertad, pero hambre al fin y al cabo; empecé a saborear “las cosas sencillas”: esas Teleras de Córdoba (panes grandes de masa blanca) con mahonesa Musa, esas tortillas de pan rallado, ese arroz blanco con caldo Magi y en los días que llegaba el giro, un poquito de proteína con el sabroso pollo al limón( pollo entero con un limón por el culo y metido tal cual en la olla Express).Esta dieta, tan deficiente cualitativa y cuantitativamente, tenia sus cosas buenas: por un lado no había peligro de obesidad y por otro, exacerbaba la imaginación, de manera que por la noche cuando me acostaba y miraba los póster que decoraban mi cutre habitación yo no veía aves del paraíso, jabalís por la dehesa, gacelas en la sabana, solamente veía sabrosos platos de asados , guisos humeantes y jugosas viandas que lo único que ayudaban era a aumentar el ruido de mis tripas.

Por aquel entonces vivía con una alemana tan amante de la libertad como yo y por tanto, con la misma exigua dieta, juntas, compartíamos tanto estudios como ayuno en fraternal compañerismo .Un día, llego el aviso de un paquete de Alemania que fuimos a recoger con gran expectación y al llegar a la casa y como si de una bomba se tratara, lo pusimos en la mesa y lo fuimos abriendo ceremonialmente. En mi vida había visto tanto embutido junto: salami, salchichas, jamón, foigras y también variedades de queso y confituras; mirábamos aquello, lo olíamos y los ahumados penetraban en nuestra pituitaria comprobando que el dicho de “se me hace la boca agua” no era  simplemente una expresión literaria.  Este hecho, había coincidido  con la llegada del moro de un amigo y su cargamento de oro del Rift, con lo cual, nuestra casa era una feria llena de hambrientos alucinados  que miraban aquellos tesoros esperando el pistoletazo de salida. Así que entre el efecto antianoréxico y el hambre atrasada, nos abalanzamos sobre las viandas cual tribu de vándalos, engullíamos  con desesperación, en una mano salchichas, en la otra queso, nos faltaban manos y boca, solamente se oían gruñidos de placer. Y como por arte de magia, desapareció el contenido del exótico paquete.
Esas caras indescriptibles, esos cuerpos maltratados tirados en los sofás y esos embutidos buscando sitio en nuestros estómagos por largo tiempo acostumbrados a la frugalidad. Uno a uno, fuimos saliendo al patio y deshaciéndonos de  la preciada carga que con tanto afán  y desesperación nos habíamos ventilado en media hora.
Ya ha pasado mucho tiempo, media vida, pero cada vez que huelo un ahumado, se mezclan en mi mente sensaciones de hilaridad, asco y también de libertad.

( Godines )

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La Envidia es Mala Compañera

Me había propuesto participar en el concurso de relatos, aunque sabiendo que no soy buena escribiendo, ¿por que no era un concurso de videos? En eso si me hubiera destacado, pero no importaba, YO quería hacerlo.

Me acomode en la silla del PC abrí el Procesador de texto (es decir: Word) y me dispuse a empezar a escribir, cuando de imprevisto y sin previo aviso (casi alquímico), aparece un mensaje del antivirus, esos mensajes nefastos, que aunque muy significativos, arruinan una tarde: “ESET NOD 32 su clave ha expirado”. -Suspiré agónicamente- fruncí el seño y me dispuse a buscar las claves en la Internet; probé, pues, miles y ninguna marchaba, pero pensé: “Nadie mejor que yo buscando en el Ares, ¿no?” Así que con determinación y arrogancia sobrehumana naufragué,  hasta que di con una que sirvió.

Pinché, y arrastré la pestaña del Word, donde apenas había logrado seleccionar la letra y el tamaño, y todas esas cosas que desconocemos sobre Office. Acomode  mi silla, volví a tratar de reactivar mis neuronas “a ver que salía”. Ante la frustración abrí varias páginas… buscando, leyendo, tratando de succionar conocimientos ajenos, deseándolos, algo casi orgásmico. Mi mente era igual a la de “ellos”, Esos artistas que publican libros… libros que he comprado, que he leído; que he descartado en una sección de la biblioteca a la que jamás voy. “Ellos” no eran mejores que yo… ¿o sí? Sentí un ardor en el estomago anhelaba tener por lo menos un poco de ese talento (o por lo mínimo saber que es Copyright) y por dentro decía: “¡Ya verán De lo que soy capaz!” , se creen demasiado con sus libros Best Sellers y sus premios ¡literarios! O literatos [¿…?] Deseaba aunque sea un ápice de ese talento, lo Necesitaba…  En ese momento, la computadora lanzo otro funesto mensaje “ESET NOD 32 Ha detectado que su clave ha expirado”. Sentí que el ardor en el estomago subía por mi garganta, “¿Acaso Office tiene como efecto secundario causar gastritis?”  Quería ganar a toda costa, y para lograrlo debía empezar a escribir, y tomar un antiácido. Pero, necesitaba concentrarme, me dije:- podría plagiar, es poco probable que lo descubran, podría hacerlo, nadie lo notaria, ¿o sí?

Volví a buscar claves mientras ese fuego en el pecho subía, sentía como mi garganta se cerraba en un inmenso alarido que intentaba controlar, “¡es la última vez que lo hago, de eso no hay duda!” me repetía una y otra vez, aparte… “¿qué tienen ellos que yo no tenga? Tengo dos manos que saben teclear, ¿no? ¡Claro eso es! ¡No tengo el maldito talento!” El ardor paso desde mi garganta hasta mi rostro, que comencé a sentir acalorado, enrojecido, necesitaba una idea, pero antes la clave del antivirus. Busque horas hasta dar con la correcta, respire hondo conteniendo ese sentimiento, justamente un sentimiento que debía tratar en el relato, que se suponía que debía plasmar con letra sanguínea con intervalos de suspenso, puntos y comas y… ¡Claro! ¡Talento! ¿Pero dónde estaba? Carecía de él y lo deseaba tanto y con tanta fuerza… Leía a los escritores, sus nombres, sus obras y estoy segura que de haber tenido oportunidad hubiera diseccionado el cerebro de Cortazar, el de Borges o el de Sábato solo para tener lo que ellos tenían; lo que ellos me restregaban en la cara, lo que me habían negado al nacer, ¡Talento! ¿Pero donde lo conseguía? ¿De dónde lo tomaba? ¡Maldito talento que no crece en los árboles, ni se aprende! ¡Maldito talento del que jamás he conseguido nada! bueno...


Pasaban las horas implacables, podía sentir cada manecilla del reloj cada tic cada tac, sólo me ponían en evidencia,  sólo me recordaban que carecía de algo… y que lo  deseaba... Había logrado el titulo y apenas una oración. Eso no era un relato y ¿Como conseguir 50 líneas? (¿Elegiré tamaño de fuente 16?) ¿Si demore 7 horas en un titulo y una oración?.
Me repetía los 7 pecados capitales una y otra vez: soberbia, avaricia, lujuria, pereza,  gula, ¡Demonios! ¿cual seguía? ¿Envidia?  ¡Si! ese pecado, envidia… SI… ya conocía ese pecado… Ya me había familiarizado con él mientras escribía mis oraciones; oraciones que comenzaron a fluir con rapidez, como si Caliope me estuviera susurrando al oído, ¡Mis letras tenían sentido, coherencia, hasta belleza! vi de reojo el mensaje que decía: ESET NOD 32 se ha deshabilitado por introducir varias claves caducas… ¡Pero eso no importaba! ¡Eso no era necesario!, ¡Las musas  me habían iluminado y no debía dejarlas esperando! No debía perder la posibilidad de ese egoísmo poético. Abría más páginas, buscando nombres de dioses, de ninfas; ¡Hasta el PC parecía encantado con mi relato ya que abría las páginas con suma rapidez! Y, evitando los mensajes uno a uno, “aceptar, aceptar, aceptar”  no importaban, apenas los leía. Terminaría mi relato y después pondría la clave correcta.

Ya había terminado… Sólo quedaba guardar el archivo sólo quedaba eso; ya buscaría la bendita clave… debía aprovechar y guard…   VIRUS DETECTADO WINDOWS SE CERRARA EN 0 MINUTOS.

( WhiteDove )

Aitana

El reloj de la plaza mayor tocaba la quinta campanada de aquella tarde otoñal.

Como cada viernes una mujer salía de ese portal. Hoy iba vestida con un traje ceñido, con todos sus rasgos femeninos marcados en esa falda ajustada. Descubriendo al mundo sus encantos íntimos. Ella deseaba que los hombres ansiaran ese cuerpo perfectamente esculpido.

Era una mujer hermosa: ojos grandes, labios carnosos, busto exuberante, caderas moldeadas para captar la atención de cualquier hombre. Lo sabía y se aprovechaba de ello. Su cuerpo de escándalo se contoneaba con movimientos lujuriosos a medida que iba caminando, dirigiendo sus pasos desde aquel lugar hasta su casa.

-Me llamo Aitana y siempre estoy disponible después de las tres de la tarde.

Con esta frase su vida se transformaba, convirtiéndose en una fuente de placer a cambio de dinero.

Muchas mujeres la envidiaban por la clase de vida que llevaba: vehículos de lujo, ropa de marca, perfumes caros, joyas, viajes al extranjero… tenia cualquier capricho que toda mujer podía desear.


Los hombres la odiaban, acusándola de puta a sus espaldas cuando realmente se morían de ganas por echarle un polvo.
Ella sabía muy bien que era atractiva y deseada por la mayor parte de esos hombres que la miraban con ojos viciosos. Sabía que con sólo una llamada, cualquiera de ellos estaría tocando a su puerta con un cheque dentro de la cartera.

Más de tres años ejerciendo esa disciplina de la vida la habían insensibilizado de toda aquella gentuza.

Cuando entró a su casa, se despojó de sus ropas y adornos.

Debajo de la ducha recordó la escena que acababa de vivir con el último cliente.

Las lágrimas empezaron a brotar de sus ojos resbalando por las mejillas.

Salió del baño, e introduciendo dos dedos en la boca, vomitó como si de un ritual de limpieza se tratara.

Acto seguido se puso el chándal y fue a la cocina para coger una caja de galletas y una tableta de chocolate amargo. Se sentó en un sillón frente a la ventana y dejó que su mirada se perdiera en el horizonte.

A la espera del encuentro con aquel amante que la abandonó.

( Aitana )



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Pecados capitales: Lujuria; Gula; Avaricia; Pereza; Ira; Envidia y Soberbia


Una nube en salsa verde

La vi salir del portal y me paré. Alta, erguida, traje chaqueta ajustado, blusa camisera desabrochada al cuarto botón, melena larga y rizada, ojos vivos y profundos, tacón de aguja, cuerpo cumbre. Venía hacia mí, tenía que pasar por mi lado. No me moví. Mi banco me acababa de proponer invertir en emergentes pero, mirándola como se acercaba, mis réditos se esfumaron y la media hora de discurso del director para seguir acumulando pasó al olvido. De pronto se fijó en mí. Sin bajar las miradas el morbo bailaba un bolero de insolencia. Seguí al pairo viendo que ella traía rumbo de colisión. Sin desvío posible se detuvo a dos palmos de mi nariz. Una fragancia Rochas me envolvió. Hola.

Terminamos las gambas y el arroz con bogavante. La sobremesa discurrió entre el placer del marisco y los blancos de Rueda.  Sabias que te iba a invitar. Si, era fácil intuirlo. Tu aspecto es de caballero y tus modales lo confirman. Y disfrutas en la mesa. Te vi avanzar hacia mi segura, poderosa y elegante.  Me gusta gustar. 
   
 ( Dave )




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MANUEL


Se llama Manuel y es conocido en todos los grandes restaurantes de París, a donde viaja varias veces al año.

Se trata de un hombre algo alto, bastante grueso, y de cabellos morenos; puede tener unos cincuenta años; no viste ni bien ni mal y sonríe mucho. Tiene, además, fama de ser muy simpático. Cuando no come habla con fruición, sin escuchar a los demás.
                                                                                                                                            ¿Quién es este hombre? ¿Cuál es su modo de vida? ¿Tiene alguna profesión? Sí, algo así tiene; porque es casi una profesión vivir de lo que se come.

Es un gastrónomo. Sí, un crítico gastronómico que aunque se llama Manuel firma sus críticas como "Séneca". Me imagino a muchos que trabajan en lo que no les gusta, envidiar a hombres como él manifestando su admiración en simplones comentarios de personas que desconocen de lo que hablan. El gastrónomo para todos estos impresionables es alguien cultivado y privilegiado.

Manuel es, realmente, un personaje; pero no sabe que lo es. Un personaje salido de la pluma de Moliere. Y si no es consciente de ser un personaje es porque no tiene inteligencia para ello. Su charla no tiene profundidad sino que es más bien banal. No tiene ni agudeza ni ilustración y, aunque se dice lector, no se le notan las lecturas. Es un títere  más en el espectáculo de la vida; sin ver más allá de donde alcanza sus ojos. No tiene nada de filósofo.

Nunca se casó; y sólo porque jamás conoció una mujer que cocinara lo suficientemente bien para él. Quien tiene por toda meta llenarse la panza no puede evitar valorar algo así.

Muchos pensarán: "Es un gastrónomo, una persona refinada". Error, grave error: entender de comida no requiere erudición. Ni comer requiere estudio ni un restaurante es una biblioteca o museo.

Gastrónomos profesionales hay pocos pero aficionados a la gastronomía hay millones. Todos aquellos que buscan distinción ante un plato en vez de entre los libros. Los tenéis entre los licenciados superiores: ingenieros, abogados, médicos, altos funcionarios; personas más o menos pudientes; esnobs pretendidamente refinados: Todos ellos son granos de arena en el vasto desierto de la ignorancia que constituye el territorio de los que habitan en la mundanería. No hay más que más que hablar con ellos. Desconocen todo más allá de su profesión y más allá de todo conocimiento práctico. Como Manuel tienen una charla sin hondura y prefieren una conversación sobre fútbol a una sobre literatura. Realmente son incapaces de mantener una charla medianamente culta y muchos de ellos se jactan de un conocimiento gastronómico en verdad deficiente; al contrario que Manuel.

Manuel no es culto pero entiende de gastronomía. Es un guloso que nunca será profundo porque para comer mucho sólo se necesita mucha hambre; ni inteligencia, ni curiosidad científica. La gastronomía es cultura, pero no alta cultura sino una forma menor de la cultura.

Manuel se complace cuando observa el prestigio que tiene entre algunos. Se sonríe mientras cruza los dedos de sus regordetas manos sobre su enorme barriga. A vanidoso, como a glotón, no le gana nadie.


( Pylaf )



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viernes, 17 de diciembre de 2010

Envidiosa

Se conocían desde niñas, siempre  casi siempre  de manera inconsciente tenía ese  extraño   sentimiento hacía ella, que no sabía explicar. Si por ejemplo, a su amiga María  le compraban  un vestido, ella quería uno igual.  Siempre quería los mismos juguetes, los pendientes, las libretas, los zapatos. Tan iguales se veían   que  parecían gemelas.. Su madre  preocupada   lo consultó con un médico pero éste le descartó cualquier patología,  y la tranquilizó diciéndole  que se trataba de simples actitudes infantiles que se pasarían al crecer.

Pero a medida que iban siendo adolescentes su  reforzaba  su comportamiento, se comparaba en todo a la otra, diciendo que era más alta, más guapa, más elegante. Aunque muchas veces lloraba de rabia en su habitación porque sólo había algo en que no la superaba, los estudios y el cariño que le tenía la gente  a María. A pesar  de que ella se  esforzaba más que nadie para que la quisieran  no lo conseguía.

 A diferencia  de su amiga ella era hija única, un día decidió  que  quería robarle algo que no tenía, su hermano. Lo conquistó, lo enamoró y se casó con él , a pesar  de que no lo quería, para así   formar parte  esa familia. Siempre  se desvivía por agradar  a  los suegros con una  simpatía extremadamente forzada.
María  nunca fue consciente  de aquel odio que Elisa  le tenía, a diferencia de ella, aquella  amiga, era su cuñada del alma, más  aún la consideraba hermana. A pesar  de las continuas humillaciones  que le hacía siempre la quiso y la  aceptó como era.

Un día María  tuvo un desgraciado  un accidente de tráfico  y entró en coma cerebral.

 Nuestra protagonista creyó morir, no soportaba la preocupación de los demás por la otra  y empezó a inventar cefaleas, vértigos  extrañas  arritmias para llamar la atención de su marido y del resto de la familia. Mientras,  iba todos los días  al hospital, no se  separaba un minuto de su lado por si había algún cambio  vivía en un   estado continuo  de ansiedad.

Cuando  el médico que guardia habló con ella para comunicarle  su muerte,  no supo como vivir. Surgió un sentimiento contradictorio entre felicidad y dolor ..Los médicos le diagnosticaron ansiedad  post traumática  que  la llevó  al suicidio.

 Pero la verdadera razón es  que ya no tenía  a quién envidiar.

( Elisa )

¿Sólo siete?

“Lujuria, era hermosa, muy hermosa, sus ojos claros contemplaban el mundo con una mezcla de lascivia y ternura que embriagaba a todo aquel que la miraba. Durante sus  primeros años, cuando descubrió el sabor y el aroma de su sexo, sólo deseaba saciarlo y acumulaba orgasmos y placeres avarienta de  noches imperecederas de madrugadas eternas.

Pero el tiempo que bullía inexorablemente a su alrededor la fue contaminando poco a poco. La ternura desapareció sigilosamente y dejó su hueco a la envidia por aquellas que tenían lo que ella no podía conseguir. Al ver los estragos que el reloj de la vida había ido tejiendo en su cuerpo su vanidad herida dejó que floreciera una incontrolada ira…

Don Ramón, el párroco de la iglesia, acuciado por su gula, tenía ganas de terminar el sermón de todos los años, su irremediable pereza, alimentada por años de desidia, le impedía reescribir sus sermones que, por su monotonía y atonalidad, adormecían a los catecúmenos.

“…y Lujuria reconcomida por todos los pecados capitales, se escondió en su enorme habitación sin espejos se dejó morir lentamente horrorizada por la fealdad de su cuerpo, y ahora, su alma maldita arde para siempre a las puertas del Averno…”

En el último banco, ocultos por la semioscuridad del la pequeña iglesia, centelleaban los ojos del la niña de las trenzas doradas, mientras dejaba que un pecoso  de pantalones cortos recorriera con torpeza su entrepierna. 


( Echidna )




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Sergio


Sergio:

No tengo muy claro qué me empuja a escribirte, pero, sinceramente, lo necesito. Tal vez te sorprenda, sobre todo después de cómo me fui, de cómo la ira se reflejaba en mi mirada. O tal vez no te sorprenda porque realmente me llegaste a conocer.

Hace días que te vas y vienes a mi mente a tu antojo (si fuera al mío, no vendrías); hace días que veo parejas por la calle y, sin querer, generan en mí envidia. Hace días que no me soporto por pensar en ti.

Perezosa entre las sábanas te recuerdo al despertarme, recuerdo tu cuerpo caliente junto al mío, los roces “sin querer” que ambos nos propinábamos, intentando así despertar el deseo y la lujuria del otro.

Siempre lo conseguiste, te deseaba en todo momento. Deseaba todo de ti, sin querer olvidar ningún rincón de tu cuerpo, cual avaro frente a un cofre. Todo, todo para mí. Besarte era la mejor de las locuras, acariciarte e, incluso, comerte, porque sí. La gula era el peor de mis pecados, podría pasar horas comiéndote, lamiéndote y acariciándote.
Pero todo es efímero, y nosotros terminamos. Ahora me doy cuenta de cuánto te echo de menos, de cuanto te he amado y te amo.
A pesar de ello, mi orgullo y mi soberbia no me permiten mandarte esta carta, de modo que esperaré a que dejes de visitarme cada día para conseguir olvidarte.

Espero que no siempre tuya,

Ana.


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NOCHE PARA LA VENGANZA

Irfan Bregovic permanecía agazapado tras unos matorrales sin quitar ojo a las ventanas de la vivienda del que había sido su vecino, Nesic Aslem. Fueron amigos de niños pero, durante la juventud, se habían ido distanciando a causa de posturas políticas radicalmente opuestas. Ante los deseos independentistas de Necsik, él  sólo creía en la unidad de la nación. Habían tenido frecuentes roces  dialécticos pero nunca  llegaron a la agresión física. Ni siquiera cuando empezó la guerra civil se atrevieron a causarse mal. Pero en los últimos tiempos habían cambiado demasiado las cosas.


Irfan Bregovic recordó aquel momento de hace  siete meses, seis días y quince horas en que  regresaba a  casa tras una jornada negra. Había salido a cazar si éxito. Desde que empezó la guerra en Bosnia los alimentos escaseaban y, entre todos, habían esquilmado las montañas.

En el hogar  le esperaban su esposa y dos hijos. La comida de hoy no iba a llenar los estómagos. Igual que el día anterior.

Sobrepasó una loma y divisó  su casa a poco más de un kilómetro. Había algo raro. De la chimenea salía demasiado humo para la poca leña de que disponían. No era aventurado imaginar que en el interior debía haber fuego. Comenzó a correr con desesperación y alcanzó la cerca en pocos minutos mientras gritaba llamando a su familia. Sus temores se vieron confirmados. Al entrar en la casa tardó unos segundo en adaptarse a la oscuridad pero, entre humos,  pudo ver, sobre la mesa  el cuerpo desnudo de Dina, su esposa. Se lanzó sobre ella abrazándola, sollozando desesperadamente. Se sintió envuelto en una espiral de rabia, incapaz de organizar sus pensamientos. Entre lágrimas recordó a sus hijos y se dispuso a buscarlos llamándolos a gritos hasta acabar por descubrirlos en el granero. Estaban abrazados, unidos en una enorme mancha de sangre y, en ese momento, perdió el sentido.

Irfan Bregovic observó que se apagaban las luces de la ventana y decidió esperar un rato más para llevar a cabo su venganza.  Recordó como, tras enterrar a su familia, huyó a las montañas e hizo averiguaciones sobre lo ocurrido hasta saber que Nesik, había dirigido la partida que destrozó su vida. Ahora, por fin,  llegaba el momento de imponer su justicia. Todo el odio acumulado durante meses estaba a punto de desbordarse. Comprobó que, en el bolsillo, seguía la pistola con silenciador. La casa de Necsik estaba aislada pero prefería hacer el menor ruido. Subió la pared del patio y se introdujo en la vivienda por una ventana superior que pudo abrir sin dificultad. Escuchó ronquidos tras una puerta, la abrió lentamente y, en la oscuridad, comprobó que allí dormían dos personas. Tenía que asegurarse de  disparar  sólo sobre Nesik. La esposa no era objetivo suyo.

Cuando estuvo seguro, colocó el cañón sobre la cabeza del asesino de su familia y, sin dudarlo, apretó el gatillo. Se escuchó un ruido sordo, como si hubiera sacado el tapón de una botella, y notó como unas gotas de sangre salpicaban su mano mientras la mujer despertaba sobresaltada encendiendo la luz y gritando. Se lanzó sobre ella y consiguió inmovilizarla. Prácticamente la aplastaba con su cuerpo. Estaba semidesnuda y notaba el contacto cálido de su piel. Le rasgó las ropas con violencia. Era la primera vez en siete meses que sentía la proximidad de un cuerpo femenino … y acarició sus pechos.

La escena no podía ser más dantesca:  él, un salvaje excitado, ella, inmóvil por el miedo … y un cadáver que les contemplaba como testigo mudo.

Irfan Bregovic dudó un momento y ella aprovechó para desembarazarse de la mordaza, para volver a gritar, a patalear, a manotear …

No podía dominarla.

Sacó de nuevo el arma con su mano izquierda y colocó el cañón en la frente de la mujer que, con los ojos desorbitados, había enmudecido.

La sangre le alcanzó la cara y le dejó paralizado.

Irfan Bregovic se mantuvo inerte, durante minutos, sentado en el borde de la cama.

A lo largo de siete meses, seis días y quince horas  había creído que, con la venganza, su espíritu recuperaría la paz. Pero no era así. 

Por sus mejillas empezaron a rodar lágrimas rojas y, con ellas, sintió que su alma también rodaba vertiginosamente, hasta hundirse en la oscuridad.

Se había convertido en otra alimaña.

Al final, él no era mejor que su antiguo amigo Nesik.
Irfan Bregovic levantó la mano izquierda, apuntó a su propia sien y disparó por última vez en su vida.

( Irfan )


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IV Concurso fotografia cajon desastre

¡ Gracias a todos por vuestra participación !


miércoles, 15 de diciembre de 2010

martes, 14 de diciembre de 2010

lunes, 13 de diciembre de 2010

LÁGRIMA


He sido río que fluía feliz entre tus besos,
gota de rocío multiplicando los brillos de tu alba,
monte que sostenía las raíces de tus días
nube que derramaba gotas de lluvia por tu cara.
He sido el aire cálido que acarició tu piel
y, envolviendo tu cuerpo, te abrazaba.
He sido sueño  
y alegría   
y fuego
mientras era el compañero de tu alma.

Pero he sido también un ciego, un egoísta 
que no supo encontrar el camino a tu morada.
El cobarde que dejó correr el tiempo
impasible ante tus ruegos, tus llamadas.   

A tu lado he sido el más feliz de los humanos
Y ahora … 
… ahora te he perdido y no soy nada.
Sólo lágrima.






( Brother )

viernes, 10 de diciembre de 2010

EL TRIUNFO DE LA FAMA


                                                                                                                                                                                                           "La fama es la gloria en calderilla."
                                                                                                                                                                                                                   VÍCTOR HUGO


          Una nueva religión unida a un indisimulado afán lucrativo ha venido a copar la mente de la Masa. Tan extendida se presenta esta religión que se ha constituido en aspiración vital máxima de una ingente caterva de indocumentados que cuando la alcanzan consideran su vida anterior como un injusto y sufrido tránsito a la auténtica, su nueva realidad mediática. Ejemplos sobrados de esta excrecencia del mundo de las comunicaciones se encuentra entre los personajillos surgidos, por ejemplo, en los distintos reality-shows televisivos. La implantación de esta fe popular, introducida aparatosamente en la actualidad social del siglo XXI invierte la estructura de valores que sostuvieron y dieron corpus ético a la antigua y desaparecida sociedad heredada por Occidente desde el final del Imperio romano. Esta religión de lo inmediato,  lo materialista, lo banal y lo vulgar ha trastocado las relaciones entre mérito y éxito, y entre valor y precio y ha propiciado el intercambio de las antiguamente prestigiosas personalidades públicas por el abyecto personaje mediático.

          A esto de añade que todas las manifestaciones de esta religión en el mundo de la moda, el Rock, la Televisión, el cine o Internet generan una subcultura de la imagen en la que, además, de prescindirse de los valores éticos clásicos se menosprecia el cultivo de la dificultad y la exigencia de la calidad y de lo inteligente imponiendo una dictadura de la apariencia que tiene su máxima expresión en la multiplicación de las clínicas y operaciones de cirugía estetica. Facilidad, belleza, dinero, juventud y frivolidad son vértebras mantenedoras de esta deformada anatomía del estrellato mediático. ¿Cómo no entender, cabalmente, que esta promesa de flashes y focos, de beneficios fáciles y griterío, de incultura y anomia moral no se propague como la pólvora?

          Ahora mismo entre los que estrenan su juventud aún ajenos al mundo de las responsabilidades adultas se advierte esta metástasis social del famoseo inmerecido. Frente al paraíso de la alta cultura y los prestigios basados en le esfuerzo, contra la dificultad del ejercicio profesional: el triunfo voraz de la fama, del ser famoso como realización personal y bien supremo, la sublimación de la facilidad y de lo inmediato. Una fama que entiende y subraya la vida como el apogeo del aquí y el ahora y que ha renunciado desde el principio a la perdurabilidad del éxito alcanzado más allá de esta vida. ¿Qué es esta sed de vano estrellato sino la negación del verdadero reconocimiento de una gloria alzada sobre el pedestal de los talentos? 

          Las críticas vertidas a esta nueva religión siempre se apoyaron en incontestables razones que evidenciaban su nulidad cultural y ética pero ¿cómo no sentirse derrotado en la crítica a esta abyección ante la propagación como pandemia de esta promesa de éxito fácil que trastoca el antiguo valor de lo meritorio y ofrece el todo por nada, la satisfación inmediata de lo material y de los egos con el único esfuerzo de mostrar públicamente una orgullosa ignorancia, un afán narcisista de notoriedad y una apología de lo inmerecido? Así, figuras que de otro modo vagarían en un paraje de anonimato, abandonan ese territorio de nadería y acceden hasta un altar excremental de difusión mediática transladando consigo su innumerable mediocridad.

         Tiene este fenómeno precedentes abundantes este siglo: desde los grafiteros que desde hace tres décadas se reivindican garabatenado superficies en calles y metros hasta el boom comercial del arte posmoderno que reivindica la juventud artística como paradigma de lo valioso y, más allá, en el fenómeno del arte Pop de los años sesenta del siglo pasado que elevó a la categoría de icono cultural a algún artista cuya obra ni propone un discurso intelectual de valía ni desarrolla un sentido artístico basado en el talento sino sólo en la autopromoción y la vanidad.

          El último tipo de personaje incorporado a esta plataforma de lo inmerecidamente famoso y nulamente cultural se ha revelado entre la oferta de propuestas de Internet. Muchos y suficientes ejemplos de este carácter hacen pensar que su propagación no se deriva de una moda pasajera sino que refuerza el apuntalamiento de un fenómeno sin usos de desaparecer prontamente. Fenómeno inextinguible si se piensa, además, que esta notable transformación social se basa en un nuevo orden que la demanda. Me temo que no hará más que asentarse a perpetuidad y que quizás se propaguen a la esfera identitaria de otros ecosistemas culturales.



( Shakespeare )