Bienvenidos al Blog de las salas cajón desastre y aventura de vivir de Ozú. Desde hace tiempo nos rondaba por la mente la idea de tener un sitio de encuentro, una referencia más allá de nuestras salitas, un lugar sobre todo para compartir esos "pequeños momentos" de los que se compone cada día.

En este “cajón desastre” todo tiene cabida: fotografía, música, literatura, cine... pretendemos sobre todo aprender los unos de otros y entre todos crear algo diferente que nos sirva de complemento y entretenimiento.

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domingo, 21 de noviembre de 2010

ALUCINACIONES

Hace unos días fui a visitar a mi madre y estaban retransmitiendo por la televisión la visita del Papa Benedicto XVI a España. Era el momento que el Papa y su séquito subía por la escalerilla del avión. De repente me asaltó la macabra idea de lo que pasaría si el aparato se estrellara. Estuve un buen rato imaginándolo, regodeándome en los detalles del siniestro; es más, creo que hasta lo disfrutaba. Pensé comentarlo en voz alta, pero el rosario colgado del brazo del sillón de mi madre me persuadió, evitándole así un nuevo disgusto. Me sentí mal durante toda la tarde, continuaba perturbada por aquella siniestra idea, más bien delirio, que seguía asaltándome cada vez que me desconcentraba.
Luego regresé a casa y más tranquila, supuse que quizás este fuerte ataque anticlerical me acometió influenciada por la lectura reciente del libro “Los girasoles ciegos”. O que las sotanas me hicieron recordar un hecho de mi infancia cuando fui a confesarme para hacer la primera comunión y el cura me insistía en que no me dejase tocar las tetas por los chicos. A pesar de que en aquella época no entendía qué intención podían tener ellos en tocarme nada.
Al día siguiente me levanté trastornada, me obsesioné con leer en la prensa todos los artículos que hacían referencia a la visita papal. Me detuve en algo que me llamó la atención: Parte del menú que habían ingerido se componía de “una réplica en chocolate de 50 kilos y 1,2 metros de altura de la Sagrada Familia”. ¡Comerse la sagrada familia! Aunque fuera de chocolate no dejaba de parecerme un sacrilegio. Señalaba la misma notica que “unos 16,4 millones espectadores mayores de cuatro años, estuvieron pendientes de la visita papal”... Y de nuevo pasó por mi mente las probabilidades que había de que a alguna de esas personas se le hubiese ocurrido también lo del accidente aéreo. A medida que continuaba leyendo volvió el desvarío. Me imaginé con nueve años, subida al púlpito de la Iglesia de mi pueblo, proclamándole al cura que era un salido-pederasta que a mí nadie me iba a tocar las tetas porque no se me habían desarrollado aún y defendiendo que el derecho a la vida, debería ser a una vida digna, porque vivir cuando no eres deseado la mayoría de las veces te lleva a convertirte en un desdichado y morir en la agonía cuando estás desahuciado, es inhumano. También le declamaba que el amor es lo mejor de la vida independientemente del sexo de quienes se aman y que las familias apostólicas, católicas y romanas la mayoría se sostienen sobre mentiras y cuernos. Eso sí, sin dejar de ir a misa y sin dejar de ver por televisión la visita del papa.
Han pasado algunos días…
Estoy mejor de las alucinaciones. He ido al psicólogo, me ha dicho que no me preocupe demasiado por la imaginación y que deje de mezclar Diazepan y Redbull... Pero claro, ahora tengo un problema: pronto tendré que viajar en avión, no dejo de darle vueltas a que igual Dios me castiga por escribir esto.
En fin, me arriesgaré y que sea su voluntad, así en el cielo, como en la tierra. Amén


( Avena )

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