Contemplación

Posaba su desnudez para mí,

tendida boca abajo en el diván,

el cabello esparcido,

los brazos delicados

entre huecos a su pereza adaptados

y sus labios en placer, murmurados.

Posaba para mí su desnudez,

la cara oculta

y las piernas abiertas

mostrando entregada sus glúteos

y los orificios velados por el vello entre los muslos.

Posaba su desnudez para mí,

toda para mí,

henchida de deseo,

ahíta de belleza.

( collage) 1998