Cajón desastre

Tengo un cajón en el que nada sobra, en el que todo tiene cabida. Es el “cajón desastre” de las ilusiones compartidas, de las pasiones anheladas, de los deseos maltrechos. Miras por el ojo de la cerradura y ahí los ves: Príncipes que al besarlos se convierten en sapos y princesas que deshojan las margaritas del deseo para luego decir que “no”. También están los forjadores de sueños, los que imaginan más allá de los sentidos, los que aman con silencios callados, las mariposas traicioneras que vuelan de flor en flor, los ilusionistas de las palabras que desaparecen en cada amanecer…. Todos y todas, en esta ventana que nos une y nos separa y la que nunca quiero cerrar.
En el “cajón desastre” siempre encontrarás una palabra amable, un abrazo, una sonrisa amiga...

Avena ( 2.010)