Yo, te forjé una noche
entre las sombras tenues
que dejaba el silencio.
Huérfana de esperanza
me apoderé de ti,
buscando retenerte
quise amarrar tus besos y tus manos
arrebatarte hasta los pensamientos.
.
Rebusqué en la memoria.
Organicé las cábalas
de absurdas fantasías
y ridículos cuentos,
siguiéndote las huellas
que entre cada palabra,
como señales luminosas,
iba dejando el tiempo.
.
Cuando llegaba el alba
tú, te desvanecías...
Y yo, tenía que volver a inventarte,
trazándote entre sombras
creándote de nuevo,
como si fueras otro
inventado, por mí, en este absurdo sueño.
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